Abecedario; Cap 8, H de Hector

Es duro darse cuenta que una persona querida, puede caer en el pozo del alcoholismo, podría alegar que aunque viera como se degeneraba poco a poco nunca me di cuenta de su estado y no sabia hasta que extremo estaba de enganchada, pero seria una actitud cobarde, yo Héctor Sánchez, hermano de Fátima, seguramente fui de los primeros en darme cuenta de que era alcohólica y no hice nada por remediarlo, tal vez por eso detecte tb los síntomas en Gema, mi compañera de facultad y es por eso que traté de enmendarme concertando un encuentro “casual” entre ambas. Afortunadamente Fátima salió de ese pozo y ha madurado un montón desde entonces, tanto que hasta el payaso ese con el que salía, Bruno, empezó a caerme bien gracias a ella. Lo que nunca me pensaba encontrar es con los sucesos del fin de semana de convivencia, nunca creí necesario tener que llegar a las manos con una persona mayor y menos aun en ese sitio, me pregunto que habría ocurrido si no se llega a olvidar Fátima su saco de dormir, sino se lo hubiera acercado, si no me hubiera encontrado a Isabel, la madre de Gema llorando de desesperación en medio de las cabañas, entonces, un sonido de cristales rotos me puso en alerta y al entrar en la cabaña mi rabia estalló. Y aquí estoy en un hospital el último parte decía, que tenia un ojo inflamado, dos costillas y un brazo rotos y un golpe severo en la cabeza, Gema ahora está descansando, Fátima aun no se donde está........